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Rodolfo Halffter 1900-1987

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Rodolfo Halffter (Madrid, nacionalizado en México) fue un compositor español, miembro activo del grupo de compositores conocidos como «Grupo de los Ocho» o «Grupo de Madrid», cuya vida estuvo marcada por su cercanía con grandes personalidades del ámbito intelectual y artístico español, así como por su amplio catálogo de obras.

Fue el primer miembro de una familia de músicos españoles (hermano de Ernesto Halffter y tío del también compositor Cristóbal Halffter). De hecho, el ambiente intelectual que reinaba dentro de la familia le llevó a conocer a personajes de la cultura del momento, como el musicólogo Adolfo Salazar y los escritores y poetas Ramón Ledesma, Federico García Lorca, Rafael Alberti o Rubén Darío, asiduos de las reuniones celebradas en el hogar de los Halffter. En cuanto a sus estudios compositivos, estos se desarrollaron de forma autodidacta si bien recibió algunas lecciones de armonía de Francisco Esbrí. Así, Rodolfo Halffter siempre consideró como maestros a Manuel de Falla (con quien tuvo bastante trato), Claude Debussy y Arnold Schönberg, cuyo Tratado de Armonía, leído en su juventud, le marcó enormemente. Del mismo modo, fue el principal representante de la llamada «Generación musical del 27» o «Generación de la República», integrada por músicos como su hermano Ernesto, Gustavo Pittaluga, Salvador Bacarisse o Rosa García Ascot, entre otros, y en ella jugó un papel activo hasta el final de la Guerra Civil Española.

En la década de los años veinte entró en contacto con los intelectuales que se reunían en la Residencia de Estudiantes, como Juan Ramón Jiménez, Salvador Dalí, Luis Buñuel y Rafael Alberti. Cuando este último ganó el Premio Nacional de Literatura con Marinero en Tierra, Rodolfo y otros músicos pusieron música a algunos de sus poemas. Varias décadas después, en 1960, Halffter escribiría su Op. 27 para voz y piano, que lleva el mismo título que la citada obra de Alberti. También fue en esta época (1924) cuando, gracias a Adolfo Salazar, entró a trabajar como crítico musical para el diario El Sol.

En los años 30, formó parte del círculo de intelectuales de Madrid y fue miembro activo del «Grupo de los Ochos». El músico español Adolfo Salazar influyó en estos jóvenes compositores estimulándoles el deseo de renovación y dándoles a conocer la música de los artistas europeos de vanguardia, como Debussy, Schönberg, Ravel, Bartok, etc. Fue en este periodo de su vida cuando Halffter compuso sus obras más importantes al tiempo que trabajaba como crítico musical del diario de Madrid, La Voz, y como secretario de música del Ministerio de Propaganda del gobierno republicano, por cuya causa tomó parte, (al contrario que su hermano Ernesto Halffter, que se significó por su apoyo a Franco) por lo que tuvo que exiliarse al concluir la Guerra Civil Española. El «Grupo de los Ocho», también se disolvió por ese motivo al concluir la guerra.

Al terminar la guerra civil, Rodolfo Halffter se trasladó a México con su familia, pues en 1939 había recibido una invitación del gobierno mexicano; país en el que terminó residiendo. Fue en México donde obtuvo la plaza de profesor de análisis musical en el Conservatorio Nacional de Música, así como de director de las Ediciones Mexicanas de Música. En 1940 fundó una compañía de ballet, la primera del país en música y ballet contemporáneos. En 1946 fue nombrado director de la revista Nuestra Música donde se hizo un manifiesto para crear «Los conciertos de los lunes» en el que se tocaban obras contemporáneas y para que los compositores mexicanos pudieran hacer oír sus obras. Así, Halffter introdujo la música dodecafónica y la música serial en México. Había estado enseñando el método a algunos de sus discípulos desde los años 40, pero no lo empleó en ninguna de sus composiciones hasta 1953. Tres piezas para orquesta fue la primera obra dodecafónica escrita en México. Su dodecafonismo es comparativamente tonal, ya que usa constantes repeticiones melódicas, armónicas y de acordes. De hecho, el estilo de «los Ocho» no desapareció de sus obras, además de un cierto clasicismo a la manera de Domenico Scarlatti y una tendencia a la politonalidad de naturaleza armónica.

Halffter regresó a España en varias ocasiones a partir de 1963, siendo profesor de importantes cursos en Granada y Santiago de Compostela y participante en los festivales de música y temporadas de conciertos de Cuenca y de Madrid. Fue ganador del Premio Nacional de Bellas Artes en 1976 de México. En 1986 recibió el Premio Nacional de Música de España. La última obra que escribió fue sus Apuntes para Piano (1985), una de cuyas piezas era un homenaje a Francis Poulenc.